Espejos, no ventanas
'Community Data' y el placer de leer libros que expanden el territorio de lo ortodoxo en la visualización.

En los últimos meses he leído los borradores de varios libros de visualización que se publicarán próximamente—no sólo aquellos que formarán parte de la serie AK Peters, que co-edito con Tamara Munzner, sino también otros de autores cuyas ideas encuentro estimulantes. En mayo escribí sobre Data by Design de Lauren Klein y el mes pasado leí Community Data: Creative Approaches to Empowering People with Information de Rahul Bhargava, que Oxford University Press publicará en noviembre.
(Rahul es profesor en la universidad Northeastern, donde lidera el Data Culture Group, y será uno de los tres ponentes en mi conferencia VizUM 2024 el lunes 11 de noviembre en la Universidad de Miami. Los otros dos son la propia Lauren y Santiago Ortiz. Publicaré más información sobre este evento tan pronto como tengamos un sitio web; mientras tanto, aquí hay un enlace a la edición anterior. La asistencia es gratuita.)
En fin, volviendo a Community Data, que ya se puede reservar. Es el tipo de libro de visualización que más disfruto, uno que desafía la forma en la que pienso. Como describí en este post anterior, acerca de la tesis doctoral de Elsie J. Lee-Robbins sobre objetivos de aprendizaje cognitivos y afectivos, veo la visualización como un acto educativo. El enfoque de Rahul, no sólo en lo que se refiere a visualizaciones, sino también a sonificaciones o a fisicalizaciones, es menos jerárquico y unidireccional, y más inclusivo y participativo.
Community Data defiende que los diseñadores a veces pueden actuar solo como comunicadores, pero también podemos imaginarnos como facilitadores u organizadores comunitarios; podemos diseñar para una audiencia, pero también con esa audiencia.
Además, nuestro trabajo no debería consistir en crear ventanas a través de las cuales observadores externos puedan escrutar a individuos y comunidades, frecuentemente sin su consentimiento, sino espejos que las personas puedan usar para entenderse mejor a sí mismas y a los demás.
Esta es una cita clave sobre esas ventanas y espejos:
El uso de los datos como una ventana se basa en una posición de poder del observador. El uso de los datos como un espejo es lo contrario. Crea intencionalmente formas para que una comunidad se vea a sí misma de otra manera a través de los datos. [Debemos] construir espejos de datos, no ventanas. La reciente tendencia a la dataficación está fuertemente vinculada al uso de datos como ventanas, y subyace a muchos programas de alfabetización de datos que se han desarrollado en respuesta a esta dataficación.
Los beneficios de la dataficación no están distribuidos de manera equitativa, como ilustran varios casos discutidos en el libro:
El proceso de dataficación ha creado oportunidades y beneficios económicos, pero también daños personales y estructurales. Mientras que los beneficios se acumulan principalmente en los grupos dominantes, los daños han sido desproporcionadamente soportados por los grupos marginados [...] En 2001, el estado de Karnataka [India] creó el sistema informatizado Bhoomi para sistematizar y digitalizar sus datos de propiedad de tierras. Sus objetivos eran agilizar operaciones gubernamentales y simplificar la resolución de reclamos de tierras. Desafortunadamente, al crear un almacén central de datos de propiedad de tierras, el estado facilitó que individuos depredadores que estaban familiarizados con los protocolos gubernamentales digitales se apoderaran de grandes extensiones de tierra y las vendieran a constructores [...] El conjunto de datos de tierras fue convertido en un arma contra las personas cuyos bienes pretendía registrar. La historia de Bhoomi es una advertencia sobre los datos públicos digitalizados y sus posibles usos como arma de poder [...] La dataficación aumenta enormemente la capacidad y el alcance de aquellos que entienden el lenguaje de los datos, exacerbando significativamente las disparidades de acceso y servicio.
Community Data incluye una gran variedad de proyectos, muchos de ellos relacionados con el compromiso social y la alfabetización de datos: desde murales de datos hasta teatro de datos, e incluso campos de mini-golf de datos. La charla de Rahul en 2024 titulada 'Creative Data Representation for Social Justice Movements' te dará una idea de lo que puedes esperar de su libro:
Otras lecturas recientes
Además de los borradores mencionados arriba, aquí hay algunos libros leídos en julio:
The Anatomy of Fascism de Robert O. Paxton. Cuando estaba en la universidad tomé varias clases opcionales sobre historia y filosofía política contemporáneas que alimentaron mi fascinación por las ideologías extremistas. No he dejado de leer sobre ellas hasta hoy. El libro de Paxton es una buena explicación de lo que es el fascismo: no tanto una ideología con fundamentos teóricos sólidos, como lo son el comunismo o el liberalismo, sino una práctica y un movimiento cuyas características emergen de las peculiaridades socioculturales de los países en los que surge y se metastatiza.
Bad Ink de Riki Wilchins, un análisis crítico exhaustivo de por qué y cómo The New York Times ha alimentado un pánico moral reaccionario contra la juventud de género no conforme o diverso. Lo emparejaría con The View From Somewhere de Lewis Raven Wallace. Ambos libros proporcionan un contexto histórico necesario: no es la primera vez que el Times ha cubierto a minorías marginadas de forma desastrosa, y no será la última. Si te interesan la ética de datos, científica o periodística, recomiendo ambos libros.
The Pursuits of Philosophy de Annette C. Baier, una concisa biografía de David Hume, el empirista más importante y el escéptico más amistoso de la historia. Mientras lo leía, tuve la sensación de que acabará influyendo en mi propio libro futuro. A ver cuándo me puedo sentar a escribirlo.
Oración a Proserpina de Albert Sánchez Piñol. Puede que conozcas a Piñol por su bestseller La piel fría, que se convirtió en película en 2018. Su última novela es una mezcla extraña pero entretenida de historia alternativa, aventura, sátira y horror.
Baviera Tropical de Betina Anton. Solo disponible en portugués. Después de la Segunda Guerra Mundial, el notorio médico nazi Josef Mengele huyó a América Latina; vivió en Argentina, Paraguay y terminó en Brasil, donde murió en 1979. El libro de Anton, una profunda investigación periodística que se lee como un thriller de espías.
—
Eso es todo por hoy. Te dejo con Lazy Sod de Deep Purple, uno de los sencillos de su álbum más reciente. Con la ayuda de su nuevo guitarrista, Simon McBride, la banda ha regresado al blues-rock. Es divertido: